La discoteca Kiss de Santa Maria (Brasil) estaba a rebosar. Se celebraba una fiesta de estudiantes de la Universidad Federal de esa localidad brasileña. Fue entonces cuando uno de los miembros del grupo encendió la fatídica bengala que desencadenó la tragedia. Según el último recuento, 231 personas fallecieron por el incendio que desencadenó el artefacto pirotécnico conocido como «Lluvia de plata».

«El ser humano siente una fascinación por el fuego», tanto como una adaptación evolutiva porque lo asocia con la luz, el calor, la comida, como por ser un elemento de peligro ante el que reacciona con una mezcla de curiosidad y miedo, explica el psicólogo David Pulido.
"Quien sostiene el fuego y es capaz de jugar con él -continúa el experto- produce admiración en los demás. Es un símbolo de poder".
¿De dónde han sacado a este psicólogo? Ni fascinación por el fuego, ni símbolos de poder. Esto es simplemente una moda entre una juventud con mucha formación académica pero con muy pocas neuronas en funcionamiento.
1 comentario:
Pero ¿por qué esa moda y no otra? ¿por qué el uso del fuego y no del agua o de otra cosa? Creo que esa era la pregunta la opinión del psicólogo es la correcta o al menos en mi clase de antropología también hicimos el mismo análisis.
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