No seré yo quien lamente la caída de Pedro José Ramírez Codina, al que tuve el disgusto de conocer hace un montón de años cuando, aún joven, empezó a granjearse sus primeros enemigos gracias a su falta de ética y de moralidad periodística y a aliarse con hermanos grises y segundones de alguien que sí fue un periodista libre, ético y moral -él si creó escuela- y al que 'el segundón' y Pedro José traicionaron de la forma más vil y ruin imaginada con la inestimable ayuda y dinero de Mario Conde, otro buen ejemplar.
Aquel Pedro José obsesionado de forma, como siempre enfermiza, con Felipe González; aquel Pedro José que ayudó a que el cabestro de Aznar llegase a La Moncloa; aquel Pedro José que se retorció en si mismo al ver caer a su amigote Aznar y llegar al gobierno a otro socialista - el culpable de todo Zapatero-.
Pedro José un personaje tan pagado de si mismo como Josemari, un 'elemento' que ha olvidado todo código deontológico periodístico y ha cometido las mayores barbaridades del periodismo español, llegando al sumum de su paranoia con su teoría 'conspiranoica' con los atentados del 11-M. ¡Todo un 'animal informativo' digno de estudio!
Las hemerotecas están llenas del sinfín de paranoias y bajezas morales de este periodista capaz de vender a su madre por cuatro ejemplares más de venta, un personaje que se ha creído el periodista más influyente del país, el que nombraba y derribaba gobiernos y ministros, cuando lo único que ha sido es el mamporrero de Aznar, del ala más dura del PP y el mejor representante de la prensa vendida y rastrera.
Dice que Rajoy se lo ha cargado. Le creo, aunque me da lo mismo ya que, entre nosotros, el que le sustituye no es mejor periodista, ni tiene mayor ética, pero sí es mucho más falso y gris. ¿Más del estilo Mariano?... Pronto lo veremos.
