¿ESTO ES ARTE?...

Desde primeros de mes, el Museo Guggenheim de Bilbao está dedicando una  amplia retrospectiva a la obra del 'artista' catalán Antoni Tápies y lo hace mostrando, justamente, la musculatura de su trabajo: su faceta escultórica, ese alambre invisible que mantiene firme el resto de una obra que imaginamos preeminentemente pictórica.
(Estas últimas seis líneas las he copiado literalmente del folleto porque yo soy incapaz de definir la obra de Tápies si no es con gruñidos e improperios.)

Para algunos será un artista, para mi es un gran tomador de pelo. Si sus primeros "emborronamientos y rayazos" tenían un pase, de 20 años para aquí la tomadura de pelo es ya de solemnidad mayúscula; si no fijaros en que grandes esculturas: una pila de platos pelados y sin una gamba en medio y unos hierros retorcidos con cacharros viejos y sin fregar. ¿Es o  no una tomadura de pelo?

¡Ah! y su obra pictórica no dista mucho de la escultórica, que quede claro.

Os voy a contar una anécdota:
Hace unos 20 años a una amiga le regalaron un Tápies, era pequeño 50x40 cm. más o menos. Cuando lo vi colgado en el aseo de cortesía pensé que era una copia -de mal gusto-, un par de meses después me enteré de que era un original. 

Mi amiga no había encontrado un lugar mejor donde colgarlo y visto el adefesio de garabatos que era el cuadrito, lo entendí. Años después, mi amiga, tuvo una apretura económica y se lo vendió. El aseo le quedó mucho mejor y su cuenta corriente también. 

En resumen, si eso es arte, yo soy Beyoncé; pero acepto Tápies de regalo para vender.