Desde el minuto uno, cuando estalló el conflicto por los sobrecostes -1160 millones de euros- del proyecto de ampliación del Canal de Panamá, me temí lo peor, es decir que acabase saliendo del bolsillo de los idiotas españolitos de a pie. No me equivoqué cuando vi a la ministar Pastor saliendo rauda y veloz hacia ese país.

Coherente con la postura de sus respectivas empresas, los Gobiernos de España y de Italia han intervenido en el contencioso con posiciones claramente diferenciadas.
La ministra de Fomento española, Ana Pastor, acudió presta a Panamá para hacer viable una solución pactada ofreciendo el total apoyo del Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) y abriendo la puerta para una intervención del Banco Europeo de Inversión.
La actitud del Gobierno español ha sido la de alineamiento completo con las posiciones de Sacyr. Pero ¿el Ejecutivo italiano ha tenido el mismo comportamiento? Ha trascendido que el entonces primer ministro, Enrico Letta, mantuvo el 4 de febrero una conversación con el primer ministro panameño, Ricardo Martinelli, para garantizar el apoyo de su Gabinete a la finalización de la ampliación del canal. Pero el homólogo italiano del Cesce español no ha otorgado garantías financieras para asegurar la conclusión del proyecto.

Si el proyecto Castor de ACS -provoca seísmos por haberse ahorrado los estudios sísmicos pertinentes- lo vamos a acabar pagando el consumidor con el incremento del recibo del gas, ¿de que modo nos sacarán unos eurillos de nuestro bolsillo para pagar a Sacyr?... ¿Qué se inventarán, el céntimo en el café?...
Así también hago yo negocios y creo grandes empresas: si sale bien, las ganancias para mi; si sale mal, ¡que pague el pueblo español!
1 comentario:
Lo que se está planteando es darles crédito para que puedan finalizar la obra, no que los contribuyentes españoles paguen a fondo perdido los sobrecostes del proyecto. Son cosas distintas
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