

¡Lógico!, ahora la empresa tiene que asumir sus decisiones y ellos, en plan escocés pero con falda tubo, van encantados y fresquitos a trabajar.
"Los pasajeros se nos quedan mirando, sonríen, pero hasta ahora nadie ha dicho nada, al menos no a mí. Y no me importa, por cuanto se trata de una cuestión de comodidad", dijo Akersten, uno de los conductores de los trenes de la capital sueca.
Creo que en Barcelona prohibieron, al menos se habló de ello, a los taxistas ir con bermudas; a ver cuando me encuentro uno con minifalda y más 'salero' que el de la foto. ;-)
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