¡NI MAYORÍAS SILENCIOSAS, NI FALSAS INTERPRETACIONES!

Yo no voy a hablar de naranjas y voy a llamar a las cosas por su nombre. A quien no le guste, lo lamento.

PRIMERO: Ayer, el pueblo catalán demostramos un civismo fuera de toda crítica, quedó claro que cada vez hay más que se pronuncian por la independencia y, por si alguien no lo sabe, más del 80% queremos pronunciarnos sobre nuestro futuro; es decir, decidir si queremos seguir o no en esta España que nos odia, nos insulta, nos agrede y nos desprecia. El resultado de ese referendum será acatado como auténticos demócratas que somos. De eso no tenemos la mínima duda.

Sra. Santamaría, lamento aguarle la perorata pero le aseguro que esa "mayoría silenciosa" que echa en su saco no es como Ud. querría. No se sabe si es independentista o no, una parte creo que sí, pero que exige su derecho a decidir, eso... ¡desde luego!

SEGUNDO: El asalto a las oficinas del Govern demuestra el talante democrático que luce parte de esa gran capital de España. Fue una vergüenza para todo el país, aunque me temo que algunos hayan aplaudido (a escondidas) este hecho tan vergonzoso que ha dejado claro el talante de unos y de otros.

TERCERO: Cuanto más se enroquen en su postura constitucional y antidemocratica (ellos y sus voceros), más independentismo habrá. ¿Con qué cara van a impedir una consulta cuando en el Reino Unido la han permitido?... ¿O Canadá con Quebec?... ¿Cómo creen que les van a mirar en Europa y en el mundo?...

En este país no hay política ni políticos de altura, ya lo sabemos, pero con su postura 'imperialista' (palabra ridícula) o estúpida; mejor dicho su cobarde política de esconder la cabeza en el hoyo, han llevado a España y a Cataluña a una situación que puede que ni un pacto fiscal pueda solucionar. 

El problema lo han creado Uds., Sres. del PP, Uds. con sus mentiras, su lucha por enfrentar a los pueblos a cambio de votos electorales, su recogida de firmas y sus viajecitos al Constitucional. Ahora no se quejen, aunque al final me temo que acabemos quejándonos todos. 

España sin Cataluña lo pasará mal, de eso no hay duda alguna, puede que Cataluña también pero eso empieza a darnos lo mismo. Eso es lo terrible y demuestra el hastío que sufrimos. ¡Ya nos reharemos!

Por último, la Cataluña 'real' que aduce Sanchez Camacho no existe como tal y el pueblo catalán solo quiere decidir sobre su futuro (los que se quedaron en casa también). 

A nosotros ya no nos engañan, al resto allá ellos, y lo más importante: a un pueblo no se le puede tapar la boca, con o sin Constitución. Constitución que Uds. -AP- por cierto no votaron.

El problema ya no es solo catalán, es de Cataluña y de España. Si lo quieren entender, bien; si se niegan a entenderlo, peor para todos. Las posiciones cerriles no conducen a nada bueno y negar lo evidente, aún menos.