viernes, 5 de abril de 2013

¡NO CUELA, MAJESTAD!

Tan verdad es que la Casa Real española está pasando sus horas más bajas como que sigue tomando a 'sus súbditos' por auténticos idiotas.

Cacerías de elefantes, roturas de cadera, amantes en El Pardo, 'nidito de amor' acondicionado con el dinero de todos los españoles, yerno 'emprendedor' e imputado por presunto chorizo, 'novieta' que le sale contestona e involucra hasta al gobierno en sus cuitas reales, cuentas de papá heredadas en Suiza, ahora la guinda de la imputación de su hija, la infanta Cristina y..., piensa..., que toda esa sarta de escándalos, los 'paganinis' -léase nosotros- la olvidaremos en un santiamén o de un repentino ataque de Altzeimer porque, por fin, la magnífica y modélica monarquía española acepta someterse a la Ley de Transparencia que están elaborando los otros memos embadurnados del PP. ¡Vaya elementos de los que fiarse!... 
No, si es que nos tienen rodeados...


Lo que tenemos que hacer, de una vez por todas, es preguntar si el pueblo quiere seguir manteniendo a esta pandilla de vividores, incumplidores de las más mínimas normas de decencia real y más dados al escándalo que a otra cosa; eso si,  salvando a la Reina Sofía, la única que ha sabido estar siempre en su lugar como Madre y como Reina. Ambos cargos ejercidos con mayúscula.

Venirnos ahora con la Ley de Transparencia es volver a reírse en nuestros morros y ya estamos hartos de tantas juergas a costa nuestra. Al menos yo lo estoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De acuerdo en todo menos en lo de las cuentas paternas en Suiza. que No te olvides que al padre del rey no le hacía falta ir a esconder el dinero en Suiza pues estaba viviendo allí. O acaso tenía que entrar de escondidas a España para ingresarlo en uno de nuestros bancos? Lo más normal es que una persona tenga una cuenta en el país donde reside. Si luego era un dinero "legal en aquella época" o no, eso no lo se.