domingo, 5 de mayo de 2013

¡SINVERGÜENZAS!

Adrián García sufrió una caída practicando montañismo a los 14 años. Con el tiempo, su dolencia aumentó y ya apenas podía hacer ejercicio o caminar con normalidad. El martes fue operado con éxito; se despertó en el quirófano con una pieza ortopédica en la rodilla para que la pierna permaneciera recta y no hubiera movimiento que perjudicase su recuperación.

Tras la operación el médico les informó que tendrían que abonar 120 euros por la pieza colocada, una sorpresa que se hizo efectiva dos días después. El jueves apareció en la habitación una empleada de la empresa ortopédica requerida por el hospital y les reclamó 152 euros, comunicándoles que la Consellería -más adelante- les devolvería 122 euros.

La familia asfixiada económicamente por una hipoteca de mensualidades que rondan los 1.200 euros, no disponía en esos momento de la liquidez para hacer frente al pago. "Le dije que no podía pagarlo, que si podía hacerlo en cómodos plazos. No tenía ese dinero porque, en realidad, en estos momentos no tengo ni para comer", explica la madre. 

El hospital Arnau de Vilanova de Valencia ni se lo pensó, ni cómodos plazos ni tonterías, retiró la prótesis, la sustituyó con yeso y se quedaron tan anchos. Será legal, de acuerdo, pero son unos...
¡¡¡ SINVERGÜENZAS !!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No voy a negar que los del hospital sean unos sinvergüenzas, pero me parece (y puedo estar equivocado) que en este tema ha habido más chulería que necesidad.

Daniel dijo...

No entiendo como puedes decir esto.
¿Chulería????? ¿No querrás decir que por parte de la familia, no?

Esto empieza a ser una sucesión de despropósitos que pueden causar muertes, como ya lo han hecho, y dejar miles de secuelas, sin contar la actitud indecente y mercantilista de determinadas personas y empresas.

¿A ver que más les hubiera dado esperar a que se pagase la prótesis si había intención de pagarla?
Apuesto que alguien se hubiera hecho cargo de la factura si la familia hubiera tenido tiempo para movilizarse.

Lo malo de esto no es solo que lo mismo el chaval se queda cojo que de por sí ya es lo más grave, lo malo es el mercantilismo infame que afecta a la salud de una persona y en principio puede retrasar su recuperación.
Deseo que el enfermo se recupere pronto y bien y quede que lo que ha ocurrido como una pesadilla más propia de un país tercermundista