“No teníamos idea de lo que estábamos robando. Aquí están sus cosas. Esperamos que puedan continuar marcando diferencia en la vida de las personas. Que Dios los bendiga”, así rezaba la nota de disculpa que los ladrones adjuntaron a la devolución de lo sustraído.
Un ataque de conciencia, o de humanidad, permitió a una ONG estadounidense dedicada a la protección y ayuda de las víctimas de abusos sexuales recuperar lo que había perdido en el robo que sufrieron el pasado 31 de Julio. Solo cuatro días más tarde, los ladrones arrepentidos metieron todo un un carrito y lo dejaron a las puertas de la ONG con la disculpa mencionada.
Podrían tomar nota los de Goldman Sachs o los de Bankia y hacer lo propio, aunque los cuidadanos robados -expoliados- no seamos una ONG que se dedica a la ayuda de mangantes, mafiosos, políticos y gentuza en general.
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